Prillo

A pocos kilómetros de Bolonia se encuentra Faenza, una ciudad que, desde la Edad Media, es un centro de excelencia para la producción y el diseño de terracota y cerámica.

Aquí, una pequeña empresa familiar formada por el propietario y 5 artesanos lleva más de 50 años transmitiendo el arte de trabajar la tierra y la arcilla.

De este laboratorio nació nuestra colaboración para la realización de Prillo. Aquí, el método de trabajo respeta los ritmos de la naturaleza y del ser humano: la creación de cada objeto está hecha de manos, cuidado y expectativas.

Después de mezclar la tierra y el agua, la arcilla se corta en la cantidad necesaria y se trabaja con el torno, una de las herramientas de trabajo más tradicionales.

El siguiente paso es realizar la jabonadura usando una esponja, lo que le confiere a Prillo su particular textura de raya verticales, seguida de la impresión de la marca, que se realiza con un punzón, también de forma manual.

Una vez formado, Prillo se seca al aire libre, en un proceso que requiere tiempos determinados por las condiciones atmosféricas. Si el tiempo lo permite, se finaliza el secado y se cuece en el horno. La elaboración termina aquí.

Cada ejemplar parece igual, pero, en realidad, es diferente de los demás y lleva consigo la unicidad, el conocimiento y la impronta de quién lo creó.