• Preparar la piel: asegúrate de que el rostro esté limpio y seco para optimizar la aplicación del tratamiento.
• Recoger el producto: utiliza el pincel para recoger una pequeña cantidad de producto, como mascarillas, sueros o cremas.
• Aplicar de manera uniforme: con movimientos suaves, extiende el producto desde el centro del rostro hacia el exterior, siguiendo la estructura natural del rostro. El pincel permite una aplicación precisa, evitando excesos de producto.
• Zonas específicas: para el contorno de ojos y otras áreas delicadas, utiliza la punta del pincel para aplicar el producto con mayor control.
• Limpieza después del uso: después de cada aplicación, enjuaga el pincel con agua tibia y un limpiador suave. Déjalo secar al aire, preferiblemente en posición vertical, para mantener la suavidad de las cerdas.